El número de clientes aumentó un 66% en los últimos 15 días, y en algunos rubros, durante toda la cuarentena, creció más del 300%, pero todavía hay quejas por las demoras en las entregas
Fiorella Ceretti, de 44 años, compró por primera vez ropa para su hija de 8 años a través de Internet una vez iniciada la cuarentena, por necesidad, ya que la indumentaria que tenía le quedó chica: «Me animé a comprar en una tienda muy conocida y ahora estoy esperando que me llegue el resumen de la tarjeta de crédito. Todavía no recibí el pedido porque la empresa tiene demoras en la entrega, pero esto no me preocupa porque tiene lógica. Entiendo que terminada esta situación, si uno compra online no habría tardanzas», cuenta. Confiada en que la operación será exitosa, anticipa que está contenta con la experiencia y que, cuando termine el aislamiento, continuará adquiriendo prendas en forma presencial y remota. «Lo bueno del e-commerce es la practicidad, aunque no logro apreciar lo que estoy comprando como si estuviera realmente ahí», admite.
Millones de personas debutaron realizando compras vía web en la cuarentena. De hecho, según la consultora Kantar Argentina, tres de cada diez compradores online adquirieron sus productos por primera vez con esta modalidad desde mediados de marzo «De este total, el 73% comentó que volvería a adquirir bienes y servicios a través de canales digitales», señala el estudio Covid-19 Barometer, para el que la empresa consultó a 508 personas.
El informe sostiene que más de la mitad de los sondeados muestra una fuerte preocupación y siente muy afectada su vida diaria. Existe un miedo concreto al contagio y esto los impulsa, entre otras acciones, a comprar a través de Internet.
«El e-commerce ya venía creciendo en Argentina, y con la situación generada por el Covid-19 se aceleró esta tendencia», explica a la nación Sebastián Corzo, que se ocupa de Marketing y Business Development en Kantar. La penetración de las compras por Internet ya es tan alta -agrega- que casi no hay diferencias por segmentos sociodemográficos.
En tanto, la Cámara Argentina de Comercio Electrónica (CACE) informó a la nacion que entre el 20 de marzo y el 8 de abril las compras en supermercados crecieron más del 300 por ciento, mientras que en farmacias el aumento fue del 60 por ciento, y en artículos de computación, más del 50 por ciento. Por su parte, la venta de electrodomésticos se mantuvo estable, aunque solo se entregaron los diez productos autorizados, y en indumentaria el ritmo de ventas en línea también se mantuvo en rango similares, aunque en su momento no podían entregarse los pedidos.
Agustina Grigera, docente de 49 años, nunca había comprado por Internet porque le parecía que en caso de problemas iba a tener que enfrentarse a la burocracia de las compañías. Pero con el inicio de la cuarentena, no le quedó otra opción: «Primero probé con una empresa de delivery, pero no tuve una buena experiencia. Luego, con otra para hacer compras en el supermercado, y de cuatro pedidos, en tres tuve problemas, y, después de quejarme, se resolvieron. Ahora voy a abrir una cuenta en MercadoLibre, porque necesito una soga y una colchoneta para hacer ejercicios», cuenta.
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