Desde que el coronavirus llegó a la Argentina, se ha convertido en una especie de ejercicio empresarial el análisis de los mercados y actividades económicas que mejor han sabido sortear la crisis. En este contexto, es imposible no ver a las cadenas de supermercados como grandes beneficiadas.
Pero, ¿por qué decimos esto? De acuerdo a distintos estudios de mercado y reportajes de prensa, parece preciso decir que el comercio de bienes básicos no solo ha visto un beneficio en cuanto a generación de ingresos, sino también en cuanto al manejo y la evolución de los negocios que operan en el país.
Más ventas, más canales de comercio
Cuando hablamos sobre el crecimiento de los supermercados en la Argentina durante la pandemia del coronavirus, es importante dirigirnos a los datos. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las ventas vieron un crecimiento cercano al 5,3% interanual en febrero, con un alza acumulada de 1,7% en el primer bimestre del año (1).
Del mismo modo, servicios como la entrega a domicilio han visto un crecimiento significativo en la demanda
Supermercado DIA, empresa en crecimiento
Uno de los ejemplos de esta situación es el de la cadena de supermercados DIA, que en su país natal (España) ha mostrado un crecimiento constante en cuanto a su valor de mercado desde hace casi 2 meses. Aunque recientemente atravesó la primera semana sin crecimiento, la realidad es que sus ventas han crecido de forma estable desde que inició la pandemia, lo que se ha traducido en su rendimiento en el mercado de valores.
En Argentina, a pesar de que no existan datos concretos sobre el crecimiento en el valor del supermercado DIA, es fácil asumir que la situación ha sido similar, especialmente después de conocer la información sobre el rendimiento de la industria recopilada por el INDEC. Del mismo modo, la cadena no solo ha invertido para potenciar su presencia digital en el país, sino que también ha mantenido sus campañas de descuento en productos de consumo básico.
Control de precios, ¿error gubernamental?
Aunque muchas cadenas de supermercados, así como tiendas minoristas de renombre, se han visto beneficiadas por la situación en materia de ventas, la realidad es que se estaría enfrentando a un fenómeno complejo: la imposibilidad de aumentar los precios de sus productos debido a medidas gubernamentales.
De acuerdo a distintos reportajes de prensa, proveedores de todo el país se han visto obligados a subir los precios de los productos que son vendidos a través de cadenas mayoristas y minoristas, impulsando a este último eslabón de la cadena a incrementar el precio al consumidor (2). El gobierno nacional ha visto esto como una suerte de desafío, y no solo ha amenazado a supermercados, sino que incluso ha comenzado con el cierre de establecimientos de menor tamaño.
Si bien es cierto que esta medida puede ayudar a detener a pequeños comerciantes que busquen aprovecharse de los consumidores más necesitados, la realidad es que probablemente tenga un impacto negativo en el desempeño de las cadenas mayoristas y minoristas, así como en su relación con el gobierno de turno.
Si bien es posible que este crecimiento que está viendo la industria del supermercado se vea ralentizado en las próximas semanas, todo parece indicar que los beneficios que están cosechando estas empresas podría durar por mucho tiempo.
Esto no solo se debe a que muchas personas han comenzado a disminuir sus gastos en categorías complementarias como la tecnología, la moda, y el sector automotriz para enfocarlos en los productos básicos, sino también a un mayor esfuerzo de las cadenas minoristas por incrementar su presencia en canales de comercio complementarios como el e-commerce.
Fuente: diariodecuyo.com